viernes, 10 de junio de 2016

L'art du fil


Éste es el nombre de la exposición que, desde finales de mayo de 2014 y hasta fin del año 2019, se puede visitar en el Ecomuseo Textil de Wesserling.

Se trata de una exposición dedicada a recorrer la historia y el modo de trabajo de la famosísima marca de hilaturas DMC, cuya fábrica, durante muchísimos años, se estableció en Mulhouse, en mi amadísima Alsacia.

Fue a principios de agosto de 2014 (sí, lo sé... han pasado casi dos años y lo publico ahora) cuando mi pequeña familia y yo, aprovechamos el viaje de regreso definitivo desde Estrasburgo a España para visitar la exposición (después de pasar unos agotadores días entre cajas de mudanza y pañuelos de papel (quienes han vivido una experiencia similar me entenderán)).


La exposición tiene lugar en la antigua factoría de tejidos de Wesserling, enclavada en un lugar idílico, y donde se pueden visitar otras exposiciones (de las cuales os hablaré otro día) muy interesantes.


En ella se pueden conocer los orígenes de los materiales con los cuales se fabrican los diferentes tipos de hilo, así como su proceso tradicional de fabricación.


La muestra hace también una presentación de sus productos y cómo ha evolucionado su presentación a lo largo del tiempo.



En ella se pueden contemplar auténticas obras de arte, como los "Cadre Noirs", los cuadros negros que muestran preciosos bordados realizados mediante diferentes técnicas en la escuela-taller de Thérèse de Dillmont, quien, en el siglo XIX, se comprometió mediante contrato con DMC, a no casarse para trabajar para DMC... parece que sí lo hizo, aunque en secreto.

Se conservan entorno a 15.000 muestras de bordado dispuestas en unos 350 cuadros.
Gracias a esta dama, excepcional bordadora de la época, hoy podemos disfrutar de "L'Encyclopédie des ouvrages de Dames" (algo así como la biblia de las bordadoras), publicado en 1886.
Es uno de mis libros de labores más apreciados, con un lugar de honor en la biblioteca de labores de mi casa... otro día os hablo de ella.


Uno de los apartados de la exposición que más me gustó fue el dedicado al "Fil d'Alsace", ese rojo tan típicamente alsaciano que se utilizaba para marcar la ropa de hogar.
Era costumbre antiguamente, cuando las mujeres hacían la colada en los ríos y en los lavaderos públicos y secaban sus prendas, que bordaran en rojo sus pertenencias para reconocerlas con facilidad.
También era costumbre utilizarlo en las escuelas para bordar las letras así como para aprender a leer y a escribir.


Como curiosidad os diré que este hilo era mate hasta el 1850. En aquel momento el hijo de uno de los fundadores trajo desde Inglaterra un nuevo tratamiento químico, el mercerizado, con el que conseguía dar al hilo de algodón el brillo y la suavidad que tanto deseaban las bordadoras.
Este hilo inventado por DMC es el famoso Mouliné Especial, conocido en el mundo entero y elaborado a partir de fibras extra largas, obtenidas a partir del mejor algodón egipcio, compuesto por 6 hebras divisibles para ser usado según la necesidad de la persona que lo borda.



Otro dato curioso: los hilos rojo 666 (rojo Navidad) y el 321 se encuentran entre los hilos más vendidos para bordar.


Se trata, en fin de una exposición interesante y amena apta para todas las edades y gustos.
Como veis, incluso invitaba a echar unos puntillos en una muestra tricotada por todos los visitantes a modo de libro de firmas.


 ¡Espero que os haya gustado la entrada de hoy!


Estad atentos, porque pronto espero seguir contándoos más cosicas de nuestra visita a Wesserling.




martes, 7 de junio de 2016

De gerberas, bolsas y otras hierbas



Ya está aquí el mes de junio y con él un importante cambio de ritmo en mi vida cotidiana.
Los niños ya no asisten a la escuela por la tarde y tengo que hacer malabares  (calamares, como decía el más pequeño de mis tesoros) para poder dedicarme a todo aquello que considero importante... incluida una pequeña siesta tras la comida!





A partir de ahora y hasta septiembre, mi ritmo de trabajo se reduce de forma considerable, pero, aún así ,aquí os traigo algunas fotos de mi nueva bolsita, floreada y "Tilda Style" al máximo, terminada durante el pasado mes de mayo, y de la cual pudisteis ver algunos avances en el perfil de Facebook.


Aún no había encontrado un proyecto que considerara idóneo para utilizar estas preciosas "Floribundas".

Así que esta bolsa "para lo que queráis" (pan, flores, meriendas, madejas de lana...) me pareció perfecta para ellas.


Salpicada de pequeños detalles, incluida la rosa que nos propone Francesca Ogliari en su última revista, le dan un aspecto romántico y delicado.


Creo que se va a convertir uno de mis "imprescindibles" de este verano.


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